Soy Caos nunca visto. Pero anido en la mirada de un niño.
Soy Caos desposeído. Pero me encarno en dos cuerpos en éxtasis
Soy intocado e intocable. Pero por las noches te cubro de besos.
Soy Caos y de mí se ha dicho lo inimaginable, y aún así os es imposible esbozarme.
Sin comprenderme del todo me habéis repudiado, vuestros dioses han intentado coronar mi cadáver, pero es difícil distinguir entre un dragón dormido y uno muerto.
He dormido con un ojo abierto y otro cerrado, pero yazco enroscada en el corazón de todo ser.
He visto como el hombre se volvía contra su vecino, su hermano, contra su tierra y contra sí mismo.
Estoy despierta. Respiro. Siente mi aliento contra tu piel. Me alzaré con el rugido de mil dioses, de mil orgasmos. Y verteré sobre la tierra el oro de mis venas.
Que un ejército de reyes y reinas desposeídos y sin coronar se alcen contra el señor gris y sus legiones de apáticos ignorantes. Que se armen con espadas forjadas en sus corazones
Siente el poder del momento de la gestación de la vida. Cubre con semillas las tierras yermas y abónalas con llantos de alegría. Recogerás tempestades. Armate con ellas.
Toma la mano de la Mujer Celeste. Repudia la de su vecina escarlata, llena de envidia, lujuria y podrida sensualidad de callejón. La hija del manto te cubrirá de alegrías si le das amor verdadero.
Construye con ella la Dinastía de la Estrella en Espiral. Darán al mundo arte y poesía, música y literatura, sueños y risas.
Sabrás quién es la Mujer Celeste por su risa danzarina, que inundará las tormentas nocturnas; por su jovialidad anárquica, que te sacará de los lamentos del atardecer; por su amor incondicional que te protegerá de tus sombras.
Tratadla como se merece, como a una compañera, no una concubina; como a una hermana, no como a una esclava; como a una amante, no como a una puta; como a una diosa, no como a un recipiente.
El amor es incondicional, y se basa en la amistad y el respeto, no en la dominación y la posesión.
La Mujer Celeste es la divina estrella que surca los cielos, ella poseerá el cielo. Para algunos será invisible, y para otros como un faro.
Es una hermana, una compañera, una amante, una maestra y una discípula. Aprende de ella y con ella el placer de la vida. El don que os otorgo a lo largo del camino. De todo se aprende y a todos enseño.
Rehuye del domador de gusanos, del mártir arrepentido, de la viuda y de su hijo, de los mercaderes del conocimiento y el placer, del ostentoso y del apático.
Equilibra tus actos. Toda acción tiene su consecuencia, y de todo has de aprender. A veces se es el héroe y otras el villano, pero nunca bailes con la misma mascara o te quedarás atrapado en el mismo pase de baile. El espectáculo debe continuar.
Pregúntate quién eres tú, y quién soy yo, pues a veces no es oro todo lo que reluce y los espejismos calman la falsa sed.
Honrate a ti mismo y no te arrodilles ante ninguna figurita santurrona. Eres humano y como tal te equivocarás, herrarás y fallarás, pero también amarás, acertarás y aprenderás.
Al final lo que cuenta es lo vivido. Lo pasado no se cambia y el futuro hay que andarlo para escribirlo.
No pierdas el tiempo en plegarias y haz verdaderos amigos. Al final del viaje, del camino, de la montaña, tan solo quedarás tu, ellos, yo y lo que hayas aprendido.
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