El Awen es un nombre femenino, traducido diversamente por musa, genio, inspiración, furor poético y frenesí poético. Está compuesto de dos palabras: aw, que significa fluido, y en, que significa espíritu. Así pues, literalmente Awen es el espíritu fluido.
El concepto de Awen es fascinante. Se puede encontrar en la poesía medieval de los bardos galeses; en la historia de Taliesin, un niño llamado Gwion Bach, Pequeño Inocente, bebe sin darse cuenta tres gotas de un brebaje de inspiración (Awen) preparado por la diosa Ceridwen. Gracias a esas gotas mágicas se le conceden tres dones: la poesía, la profecía y el cambio de forma. Estos dones definen las tres áreas de la práctica druida; poesía para los bardos, profecía para los vates y cambio de forma para los druidas.